El sentimiento de pereza es natural, vivirlo con moderación es muy saludable, sin embargo, cuando este sentimiento se convierte en norma, es síntoma de que algo no va bien en el mundo interior del deportista. La pereza prolongada se produce cuando la persona se siente desbordada por las obligaciones profesionales y deportivas sintiendo que sus recursos para hacer frente a esa rutina son mínimas. La mejor forma de prevenir la pereza es tener una actitud proactiva con hábitos sencillos que pueden ayudarte a combatirla.
Cualquier jugador de pádel tiene que hacer frente a obstáculos de peso como la pereza física. La pereza es esa voz interior que te incita a quedarte tumbado en el sofá de casa en vez de cumplir con tu compromiso de ir a las clases de pádel.
La realidad es que cuando el deportista hace oídos sordos a esa voz interior, y hace un esfuerzo para cumplir con su obligación, luego se siente mucho mejor consigo mismo, lleno de energía y vitalidad ya que el bienestar que reporta el deporte no se compara con el hastío que surge de la pereza de perder el tiempo sin hacer nada.
Claves para combatir la Pereza Deportiva
- 1. En primer lugar, tú te conoces mejor que nadie, sabes en qué horarios estás más activo y qué momentos del día te cuestan más. De acuerdo a este autoconocimiento puedes organizar tu agenda deportiva ajustando tus entrenamientos a tus horarios.
- 2. En segundo lugar, también es muy importante tener unos horarios regulares para generar el hábito de asociar unos momentos concretos de la semana de forma directa con el pádel como si se trata de términos que están vinculados a modo de causa y efecto. No obstante, cualquier deportista necesita contar con un hábito que potencia la constancia, sin embargo, también es recomendable buscar la forma de introducir pequeñas novedades para romper la rutina.
- 3. Cumple con la rutina marcada sin cuestionarte constantemente el porqué de la misma. Te sentirás mejor con el deber cumplido que al haber anulado un entrenamiento por pereza.
- 4. En caso de que sientas que las tareas te resultan demasiado grandes, entonces, puedes acotar las tareas para poder acabarlas mejor. Al concretar un objetivo ambicioso en otras metas más pequeñas, entonces, también te motivas más porque sientes que es más fácil recorrer ese camino.
- 5. La pereza física también es mayor cuando el jugador de pádel opta por la comodidad de ir en coche a todas partes durante su rutina laboral. Ponte en movimiento y sal a caminar. Así también tienes una mejor preparación física. Es decir, además de jugar a pádel también puedes reforzar el hábito de dar al menos tres paseos de treinta minutos a lo largo de la semana.
- 6. Para combatir la pereza física que puede darte el deporte, también puedes premiarte con algún capricho especial cada vez que cumplas con tu objetivo.
- 7. Tener buenos amigos con los que compartir la afición por el pádel también une mucho porque el compromiso que se crea es mayor. Compartir la pasión por el deporte con un amigo también eleva los niveles de motivación ya que de esta forma, estableces un compromiso con otra persona al compartir ciertas rutinas en común.
- 8. Piensa en todos los beneficios que produce en tu vida jugar a pádel cuando la tentación de la pereza te lleve a tirar la toalla. Ponte las zapatillas de pádel y vive el momento. Escribe una lista con tus diez motivos principales por los que empezaste a jugar a pádel. Y coloca esta lista en un lugar visible de tu habitación. Todo deportista también cambia a partir de la experiencia, en ese caso, también puedes revisar tus motivos cada cierto tiempo.
- 9. Crea una frase que se convierta en un antídoto de motivación. Una frase que puedes decirte a ti mismo con frecuencia.
