OPINIÓN de una jugadora amateur sobre su 1ª CLASE de pádel ¡Aprendiendo y muy divertida!
Este año sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente me sorprendieron con un regalo que yo no había escrito en mi carta real:
Una pala de pádel, un outfit para practicarlo y una clase de iniciación en las pistas de Vita 10.
¡Sí que son listos estos Reyes! En esas instalaciones es justo donde van a jugar mis compañeros del equipo técnico de SEIS HERMANAS y Helena, una de las camarógrafas, hacía tiempo que estaba picándome para que fuera con ellos.
Así que hace unos días me planté allí para descubrir por qué este deporte tiene cada vez más adept@s.
A las 11:30 Miguel me esperaba en una de la nueve pistas de las instalaciones. Aunque hacía bastante frío yo quería lucir mi conjunto nuevo de Víbor-a (jejeje)
Le conté que yo nunca había jugando al tenis, ni al squash, sólo un poco al ping-pong y por supuesto a las palas en la playa. Esa es todo mi experiencia con las raquetas.
- “No pasa nada. Mejor, así no tendrás malos vicios. Lo primero que tienes que aprender es a coger la pala de manera correcta.”
Enseguida entré en calor. Miguel me puso a correr de un lado a otro de la pista lanzándome pelotas a derecha e izquierda. El corazón se me puso a mil.
Después hicimos un poco de “peloteo”. Yo le daba como podía y él iba corrigiendo mi colocación de cuerpo y pala. Al principio es normal que se cometan muchos errores, claro. A mí me pasaba que me acerba demasiado a la bola en el momento de golpearla y eso me impedía poder acompañarla y dirigirla bien.
Algunas veces podía sentir el impacto de la bola y devolverla directa a la pala de mi profe. ¡Me gustaba esa sensación! Cuando eso ocurría Miguel me decía:
- -“¡Buena!”
- -“¡Eres una crack!”
- -“¡Perfecta!”
- -“¡Te sales!”
- -“¡Máquina!”
Vamos, que con esos ánimos se motiva cualquiera, ya te digo…
Pero otras veces mandaba la bola al quinto pimiento. Entonces Miguel me preguntaba el por qué de ese descontrol, lo cual me ayudaba a fijarme en mis errores.
En una hora de clase me dio tiempo a aprender cosas básicas como qué es el ataque y la defensa, el derecho y el revés o qué es una bolea o un globo. Lo suficiente para pasar un rato divertido.
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