Por norma general, los jugadores de padel solemos dañarnos las articulaciones por diversos motivos, por ejemplo:
- consecuencia de la prolongada repetición de los mismos golpes, ocasionando lesiones como pueda ser la lesión del manguito rotador por repetición,
- o incluso a veces, por no recuperarnos correctamente de lesiones anteriores, lo que sucede habitualmente con la epicondilitis de codo.
- En muchas ocasiones nos lesionamos por NO tener presentes una serie de precauciones, ya que llegamos corriendo para jugar el partido y no calentamos correctamente, etc. Sinceramente, no hay nada más absurdo que lesionarse por no prevenir.
¿Cómo podemos evitar las lesiones articulares?
Son muchos los aspectos que nos pueden llevar a lesionarnos, no únicamente la falta de un buen calentamiento.
- También entra en juego la ejecución correcta de los distintos golpes de esta disciplina, ya que a veces no terminamos de depurar la técnica y cometemos errores de ejecución que pueden lesionarnos y provocarnos tendinitis, o en algunos casos, rotura de las fibras musculares.
- Debo decir que también es fundamental jugar tanto con una pala de calidad como unas zapatillas específicas de pádel. El uso del material correcto nos ayuda a prevenir lesiones como epicondilitis o esguinces.
- Otros aspectos que debemos controlar para evitar las lesiones son los movimientos corporales y los desplazamientos que realizamos dentro de la pista, ya que si no realizamos un buen calentamiento previo al partido (no sólo correr o pelotear, deberemos realizar movimientos específicos de cada articulación), no habremos aumentado la temperatura, ni mejorado el aporte de sustratos energéticos y de oxígeno al músculo, y en cuanto realicemos un movimiento o desplazamiento en la pista, podemos correr el riesgo de lesionarnos. Es habitual tener esguinces de tobillo.
- Junto con el calentamiento es recomendable realizar un estiramiento previo al partido, que nos va a permitir, además de prevenir lesiones, realizar un juego más rápido, dinámico y seguro. Pero es más importante que cuando finalicemos el encuentro, deberemos volver a estirar nuestros músculos ¿Por qué? Porque tras el esfuerzo deportivo, un buen estiramiento permite normalizar la actividad metabólica y del tono muscular.
- Tras el calentamiento, con una buena ducha también ayudaremos a potenciar la relajación neuromuscular, además de no dejar que nos enfriemos, pues ello puede causarnos lesiones.
- Algo que no solemos tener en cuenta, es el entrenamiento fuera de pista, es decir, realizar ejercicios de fortalecimiento en el gimnasio nos ayudará a prevenir lesiones en las articulaciones más “castigadas” durante el juego.
- Dentro de nuestra preparación, también es bueno meter ejercicios de resistencia como el trabajo en bicicleta o cinta de correr, lo que además nos ayudará a reducir el sobrepeso, fundamental para cuidar nuestras articulaciones.
- Y para finalizar, algo que es pura lógica pero que como frikis del pádel (con cariño lo de “friki”) solemos hacer oídos sordos. Si algo te duele, si tienes molestias en codo o rodilla, escucha a tu cuerpo y mantén reposo si es necesario hasta recuperar.
- Por cierto, otro gran error es tener dolores musculares o articulares y NO acudir a un fisioterapeuta cuando SÍ es necesario, ¿no crees que es mejor invertir en salud?