Entrevista a Juan Martín Diaz

“El Galleguito” es considerado por muchos el mejor jugador de pádel de la historia.

Texto de la entrevista realizada por: DANI COMPAÑO

¿Quién es Juan Martín Díaz?
Soy argentino, nacionalizado español, nacido en Mar de Plata hace 36 años. Me fui a vivir a Madrid hace 15 años por el pádel y aquí hace 10 que juego con Fernando Belasteguín, intentando mantenernos arriba del todo.

¿Qué soñabas de pequeño que serías de mayor?
Mi vida ha estado vinculada siempre al deporte. De pequeño empecé con el tenis y mi sueño era ser jugador de dobles de la Copa de Davis en Argentina, eso era lo que yo decía. Me hubiera gustado también ser tenista profesional, pero cuando me preguntan si soy un tenista frustrado digo que para nada, porque creo que he acertado con la vida que he elegido con el pádel.

¿Tienes manías o supersticiones jugando al pádel?
Hay una, que creo que es la más notoria, que es no pisar las líneas entre punto y punto. Si lo hago tengo que volver a pisarla para sacar el “maleficio”.

¿Cuáles son tus defectos?
Muchos. Lo digo sin falsa humildad. Creo que la parte de la defensa, sobre todo el revés, podría mejorarlo mucho. Físicamente también podría dar un salto más. Ahora tengo 36 años y lo que quiero es tratar de aguantar y estirar mi carrera lo máximo posible, así que tampoco intento tomar demasiados riesgos en los entrenamientos. Pero creo que siempre se puede aprender y, a pesar de la edad que tengo y de todo lo que he hecho, tengo muchísimo margen de mejora.

¿Tienes una edad para dejar el pádel?
Cuando empecé a jugar decía que a los 30 o 32 años iba a dejar de jugar. Ahora tengo 36, estoy casi más feliz que nunca jugando, el pádel como negocio ha crecido mucho y es verdad que a nivel económico me conviene seguir jugando, o sea que espero ser inteligente y darme cuenta cuando ya no dé más y dar un paso al costado.

¿Cómo fabricarías al jugador perfecto?
Bueno, técnicamente elegiría el smash de Miguel Lamparti, que es espectacular lo que hace; la salida de pared, hoy por hoy, de Paco Navarro, que viene a 200 por hora; la defensa de Fernando Belasteguín y su garra, porque creo que es un toro dentro de la pista; la volea de Lahoz; y bueno, poco más, por ahí las piernas de Silingo, que es un animal también, que salta y tiene un despliegue físico increíble.

¿En lo que se refiere a imagen, a marketing, a quién escogerías?
Yo, como completo, elegiría al Bebe, por presencia, por elegancia y por todo.

¿Con qué te quedas de Alicante?
Con muchas cosas, la ciudad es hermosa; me quedo con el hotel donde estoy, que es espectacular y con la comodidad de tenerlo enfrente del Arena; con el club, que es un club muy agradable y tiene una pista que la verdad es que es muy cómoda para jugar. Es un torneo que me gusta mucho, se transpira mucho jugando, que es una cosa que me gusta mucho también, así que me encanta venir cada año.

¿Recomendarías algún sitio para comer en Alicante?
Sí, para comer, lo de Santi en el puerto marítimo. Es un amigo aparte, lo conocí hace muchísimo tiempo en una exhibición y allí se come de manera espectacular.

Hemos sabido que tu padre nació en España.
Sí, mi padre nació en Galicia. En los años 50 se fue para Argentina cuando la cosa no estaba bien aquí en España. Y, bueno, en los años 90 más o menos hicimos un viaje para acá con ellos y mi madre me dijo que por las dudas nos sacaba a los tres hermanos el pasaporte y yo me acuerdo de una anécdota increíble, que le decía que para qué me hacía el pasaporte español si nunca me iba a venir a vivir a España. Resultó que siete u ochos años después de eso, ese pasaporte me salvó la vida porque tuve la puerta abierta para venir a España cuando quise y hoy por hoy estoy gracias a esa gestión de mi madre de hacerme el pasaporte.

¿Algún deportista te ha sorprendido cuando jugaba a pádel?
Sí, Forlán, impresionante, la verdad. Podría jugar perfectamente en una primera madrileña. Juega muy bien, muy bien…

¿Cuál crees que el secreto de la selección española de fútbol?
El gran culpable de lo que hace hoy España, creo yo, y no es por ser hincha del Barça, creo que es el Barça. La suerte que tiene España de ocho jugadores culés en la selección, de un mismo equipo que ya está muy adaptado, más los cuatro o cinco del Madrid, es muy fácil unirlo. Creo que otras selecciones tienen jugadores repartidos por muchos lados del mundo y cuesta más un ensamble. Aparte la verdad es que Del Bosque me parece un genio total.

¿Qué es lo que más te gusta de España?
Es un país fantástico para vivir. Me gusta la tranquilidad que hay, la seguridad, las infraestructuras, el viajar por unas carreteras que son maravillosas; y la gente, que me han tratado de manera increíble y estoy muy agradecido a España en general.

¿Qué hobbies tienes?
Viajar es lo que más me gusta. Cuando puedo aprovecho y me llevo a mi familia. A mí mujer también le encanta viajar, así que nos vamos por ahí. Me gusta mucho jugar al tenis en los ratos libres que tenga. Y después, disfrutar de la familia. Tengo tres hijos y eso me lleva bastante tiempo. No estoy mucho tiempo en casa por los viajes, de modo que intento pasar el máximo tiempo posible con ellos.

¿Qué edades tienen tus hijos?
Ocho años Benjamín, seis Martina y uno y medio Valentina.

¿Han cogido una pala de pádel ya?
Sí, Benjamín ya le pega, pero bueno, tampoco es un loco.

¿Cómo eres con las nuevas tecnologías?
Soy de señales de humo y palomas mensajeras todavía. Soy medio antiguo. No estoy en contra pero no estoy de acuerdo con estar todo el día con el móvil y las redes sociales. Es cierto que últimamente con el cambio del “out shot” me han hecho Twitter, Facebook, pero tampoco es que esté muy metido en el tema. Sé que para un deportista y para un negocio son esenciales, así que me tendré que ir adaptando poco a poco.

¿Qué música escuchas?
Mi grupo favorito es U2. Me gusta Brian Adams, Coldplay, un poco de todo.

¿Qué superpoder querrías tener?
Jo, muy buena pregunta. Yo creo que me gustaría tener el poder de darle de comer a toda la gente y que nadie se muera de hambre en el año 2012. Me gustaría tocar con una varita el mundo para que a nadie le falten los medios necesarios para poder comer.

¿Alguna anécdota que recuerdes especialmente relacionada con el pádel?
Una vez fui a México, jugaba de compañero con Rober Gattiker puntualmente porque mi compañero en ese momento, que era Alberto Rodríguez Pinón, no podía ir, disputamos cuartos de final. Yo estoy en el club esperando que venga Gattiker. No llega, no llega, no llega. No sabía qué pasaba. Me había ido expresamente de Madrid a DF en avión. No llegó, perdimos por “wait over” y apareció a los 16 minutos, un minuto después. Igual el árbitro fue estricto. Resulta que habían cortado la autopista por un choque y no pudo llegar. Me fui en el día de mi cumpleaños con un avión que tuvo problemas cuando aterrizamos… Todo mal. Es una cosa de la que hoy me acuerdo con gracia, pero que en su momento no lo pasé bien.

¿Has hecho locuras dentro del mundo del pádel?
Recuerdo una exhibición en Granada que debía haber terminado un sábado a las doce de la noche. En ese momento me duché, cogí el coche y al otro día a las diez de la mañana haber cruzado toda España y estar en Oviedo para jugar otra exhibición. Hice toda la noche y, bueno, el resultado fue un esguince de tobillo porque estaba medio blandito. Son cosas que uno hace cuando es más joven. Ahora lo he cambiado por aviones, por trenes y más relajado.

¿Cuál es tu mayor locura?
Tengo una vida media plana, soy de pocas locuras, una persona que tiene bastantes miedos y de arriesgar poco. Como locura para mí y hazaña era haberme metido en estos parapentes que te llevan en el aire tirados por una lancha en Mallorca. Para mí ya fue eso lo máximo.