Una consideración que deben hacerse los padres.
Si bien el pádel es un deporte que ha calado muy bien entre los adultos en España, como en el resto de Europa, también entre los niños se ha convertido en una gran ilusión y opción para desarrollar profesionalmente.
La evolución del pádel en los últimos años ha sido impresionante, algo completamente desconocido que nadie practicaba el siglo pasado, es ahora un deporte con el mismo potencial del fútbol. En el mundo profesional, específicamente en España a partir de los ochentas, la cifra de federados ya se ha multiplicado por más de cien según los datos de la Federación Española de Pádel, hasta existen grupos en las redes sociales que se dedican únicamente a promover esta actividad que en un principio fue elitista.
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Algunos siguen viéndolo como un deporte de moda, quizás por su rápido crecimiento o por la sencillez de su reglamento; tal vez por su parecido con el tenis o porque se asocia más a una actividad social con fines de mejorar condiciones y forma física; sin embargo, el pádel tiene aspectos importantes para considerarlo un deporte con buena proyección como carrera profesional.
Posee reglas definidas y está representado por diferentes asociaciones y federaciones en varios países y con aceptación en Alemania y Emiratos Árabes.
En el 2005 nace el primer circuito de pádel profesional bajo el nombre Pádel Pro Tour (PPT), le sigue el World Pádel Tour (WPT) en 2012, el circuito mundial más importante de competición profesional, junto con los campeonatos mundiales.
La I Liga de Pádel de Menores Tresset, Málaga, ofrecen marco de competición para escuelas de la provincia, una muy buena ocasión para que los chicos se vayan preparando para asistir a pruebas federadas nacionales o regionales.
En definitiva, el pádel es divertido y no requiere de grandes esfuerzos económicos para jugarlo. Con una raqueta de pádel, ropa cómoda que permita hacer los movimientos, zapatillas holgadas para que los dedos no sufran con el impacto al frenar y ganas de jugar es más que suficiente.
En este sentido, la edad en la que se comience es importante. Como cualquier otro deporte, se hace más efectivo en la medida que se practique. Mientras más temprana la edad en la que se comience, más proclive a adquirir habilidades y absorber conocimientos se será.
Expertos coinciden en que la edad adecuada para comenzar a practicar pádel es 5 años. Existen multitud de clubes deportivos que ofrecen clases de iniciación para chiquitines y el tamaño de la pista es una ventaja, al ser más pequeña que la cancha de tenis, se puede encontrar en más urbanizaciones y polideportivos, por lo que en cualquier lugar es fácil practicar esta disciplina.
¿Por qué inculcar a un niño la pasión por el pádel?
Como padres, la mejor herencia que se le puede dejar a un hijo es su independencia y capacidad para adaptarse al mundo. Con pádel esto es posible tanto en lo personal como en lo profesional, así que, inculcarles desde pequeños el amor por practicarlo no es tiempo malgastado.
En lo individual el pádel aporta increíbles beneficios, aun cuando se trata de un deporte de equipo.
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Fomenta la actividad física.
Estudios recientes demuestras que cada vez son más los niños y adolescentes que padecen de sedentarismo, con todas las consecuencias nefastas y enfermedades que acarrean. Por lo que fomentar una actividad física es una maravillosa idea. Eso sí, para que reciba el efecto positivos del ejercicio, es importante que siempre la diversión sea el norte, nada de sueños juveniles de gloria frustrados de los padres. Vale mucho el que no se presione o reproche al niño para que se involucre en torneos y competiciones que no desean.
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Es un deporte fácil de practicar y que engancha desde el primer momento.
A nivel fisiológico aumenta la fuerza muscular y la coordinación general, lucha contra la obesidad y libera endorfinas que brindan un increíble estado de ánimo.
En cuanto a la motricidad, favorece la coordinación óculo-manual, proporciona un correcto desarrollo corporal y mejora el equilibrio así como el desplazamiento.
Psicosocialmente aporta diversión, bienestar, mejora las relaciones sociales y el autocontrol de las reacciones emocionales. Adicionalmente brinda valores como superación, trabajo en equipo, voluntad para realizar esfuerzo, sacrificio y estimula la madurez personal.
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Aporta conocimientos tácticos.
En las Escuelas Infantiles, en su mayoría, cuentan con planificación de contenidos para desarrollar todos los aspectos técnicos, tácticos, psicomotrices y reglamentarios más relevantes del deporte.
Te invitamos a leer 50 Razones por las que un niño debe hacer deporte, en esta misma web.
En España más de 3 millones de personas juegan pádel. Lo cierto es que es un deporte tan divertido que todos los miembros de la familia lo pueden disfrutar, es una alternativa saludable, mantiene en forma el cuerpo y mente, mejora la comunicación y relación familiar, inculca valores importantes como el compromiso, compañerismo, entrega, sacrificio y motivación por la competencia y el juego.
Esther Carnicero, campeona del mundo por parejas en 2017 desarrolló el amor por este deporte desde muy pequeña y el apoyo de sus padres ha sido fundamental en su carrera.
