¿Quieres ser MONITOR y empezar a dar clases de pádel? Sigue estos consejos de un colega de profesión.

Quiero ser monitor de padel

Un artículo de:

  • Ariel Cortez Hernández
  • Técnico Nivel 1 en tenis y pádel
  • 13 años de experiencia
  • Monitor en Pádel Zaragoza
  • Linkedin: Ariel Cortez Hernández

LOS PRIMEROS PASOS EN LA PROFESIÓN:

Para iniciarse en este campo de trabajo se necesita, por una parte,

  • la formación académica y extra académica que podamos tener y, por otra,
  • la experiencia en este sector (algo nada ajeno a otros rubros empresariales).

Es cierto que podemos empezar nuestra actividad laboral a los 16 años, pero la realidad es que no estamos preparados ni por asomo a dar una “buena clase”. Como mucho seremos capaces de dar una clase de niños (peque-pádel) y además con dificultades. Por eso es tan importante tener formación a nivel académico, pues seremos capaces de poner en práctica nuestros conocimientos en cuanto a la gestión de grupos, aprenderemos dinámicas deportivas, sabremos qué partes tiene una clase y la duración de las mismas… seremos capaces de mejorar nuestros servicios y la calidad de los mismos.

Hay que dejar atrás la vieja idea de que “el buen jugador vale para entrenador. Este axioma hay que desterrarlo pues no todos los grandes entrenadores han sido jugadores de alto nivel, ni viceversa. Veamos los casos de Toni Nadal o el mismo Manu Martín.  No fueron jugadores destacados y son excelentes entrenadores, de los mejores del mundo. Tener una buena base como jugador aporta a nuestro trabajo, indudablemente, pero no es una condición imprescindible. Al principio basta con una base técnica decente.

Hay que dejar atrás la vieja idea de que “el buen jugador vale para entrenador”

De ahí viene nuestra primera necesidad, si queremos empezar a ganar un dinerillo con las clases lo primero es ofrecer un servicio de calidad que enganche a la gente. Por este motivo es muy recomendable comenzar con las titulaciones regionales para monitores de pádel, aunque es bien sabido que éstas no aportan currículum al no ser titulaciones reconocidas por el Consejo Superior de Deportes (CSD). En estos cursos se plantean diversos aspectos de lo que es dar una clase. Además son bastante baratos (oscilan entre los 200 y 300€). Es una pequeña inversión para comenzar a dar calidad a nuestras clases. Toda formación es una inversión en ti mismo. Seremos en 10 años lo que hayamos leído en esos 10 años.

Las titulaciones más importantes a nivel curricular son aquellas reconocidas por el CSD. Los conocidos “cursos” de nivel 1, 2 y 3. Estos cursos son sensiblemente más caros (desde los 800€) y están ofertados por la Federación Española de Pádel. Son titulaciones detalladas donde se abordan las cuestiones básicas de técnica y táctica. Para obtener la titulación se debe cursar la parte presencial y la práctica (150 horas), además de los exámenes escritos y prácticos (como lanzamiento, explicación de la mecánica de un golpe, etc.). Se requiere un cierto nivel de juego aunque ninguna locura. Esta titulación es la que nos permitirá ejercer nuestra profesión en cualquier club con un cierto respaldo.

LA REALIDAD DEL TRABAJO:

Dar clases de padel

En este punto podemos hablar muchas cosas, aunque para no sobrepasar la extensión del artículo, añadiremos algunos aspectos importantes. En un principio, tendremos a pensar que podemos compaginar nuestras responsabilidades con las clases que nos van saliendo (compaginar estudios, nuestros entrenamientos, competiciones y otras ocupaciones).

Tenemos que saber que dar clases puede resultar incompatible con otro tipo de actividades. Este es nuestro trabajo y hemos adquirido un compromiso con nuestro club o nuestra empresa. No es de recibo ni para los clubes ni para los alumnos que un monitor deje de lado su clase para irse a competir o “jugar partidos”, por mucho que tengamos un sustituto para dicha clase.

Nuestras clases representan una parte importante de nuestros ingresos y resulta capital tener a nuestros clientes contentos. La fidelización es parte importante de la labor comercial de un entrenador. Trabajar no significa competir, puede que nos brinde algo de estatus, pero no es lo más importante. La competición hay que dejarla para los ratos libres si queremos ser constantes en nuestro trabajo. Ser monitor de pádel es tener constantemente una responsabilidad con nuestra imagen, con nuestros hábitos y con nuestras relaciones. Somos la cara visible de un club.

Debemos usar un lenguaje adecuado, tener unas formas claras y no olvidar que trabajamos de cara al público por lo que muchas veces tendremos que soportar situaciones incómodas (debates políticos, futbolísticos, opiniones ajenas a nuestra creencias, insultos, cotilleos, etc.). Resulta vital aprender a trabajar con personas y aceptar que cada uno es distinto.

En la práctica, ningún grupo será homogéneo aunque intentaremos formar grupos de un nivel similar. Siempre hay divergencias entre unos y otros. La labor como entrenador corresponde a saber distinguir estos factores para que nuestro trabajo sea más cómodo.

“Ningún grupo será homogéneo aunque intentaremos formar grupos de un nivel similar”

EL MARKETING Y LA LABOR COMERCIAL:

Padel y Patrocinadores

De lo dicho anteriormente, es muy importante saber dónde estamos, cuál es la realidad del trabajo. Normalmente los clubes serios tienen un contrato de trabajo con sus monitores fijando una serie de condiciones previo al desarrollo de la actividad, pero lamentablemente no siempre es así.

El deporte en general aún tiene ese lastre de cobrar “en negro. Esto no es lo mejor por distintos motivos:

  • no tenemos cobertura contra lesiones,
  • no tenemos un seguro médico aportado por la empresa,
  • no tenemos legitimidad laboral,
  • no tendremos retribuciones por desempleo,
  • ni indemnización por despido,
  • etc.
  • Vamos, que no conviene.

Puede que sea ilusionante recibir un sobre a fin de mes con 200€, sobre todo para un chaval de 17 ó 18 años, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Si un club te “despide” estando en negro, simplemente tienes que irte, no hay más relación de la que era: das la clase, te pago (si eso) y te vas (¡y  cuidado de que te paguen menos de lo que hayas hecho ese mes, esa es otra historia!).

Aún existe un gran porcentaje de trabajo en negro en el ámbito del deporte, donde se cobra un salario por debajo de la formación de cada entrenador, algo muy normal, pero sin cobertura de accidentes, ni seguridad laboral. Llega un punto de la vida que necesitas dar un cambio, necesitas generar más ingresos y sobre todo, ingresos “seguros”.

Ahora bien, ¿cuánto cobrar y cómo?

Esto dependerá de la situación de cada club. No es lo mismo el salario que paga un club grande y consolidado que uno emergente o uno municipal. También afecta la situación geográfica del club. No se cobrará lo mismo en Málaga durante el verano que un outdoor en un pueblo remoto de Galicia.

En cualquier caso podríamos decir que, a grandes rasgos, un salario por hora debería estar en torno a los 7€ brutos o un poco más. Aunque claro, esta cifra dependerá de muchos factores como el número de horas aseguradas al mes, la experiencia del monitor, la titulación, la disponibilidad, comisiones, participación en eventos, ser jugador del club para representarlo en competiciones, patrocinios de textil, la aportación de material deportivo, etc. Por supuesto debe existir un contrato de por medio donde se establezcan los acuerdos entre ambas partes. Según el currículum del monitor y las expectativas del club, las condiciones y funciones pueden variar. No cobrará lo mismo un director de una escuela que un monitor recién titulado y sin experiencia.

[…]un salario por hora debería estar en torno a los 7€ brutos[…]

En cuanto al patrocinio textil y de material podemos extendernos mucho más, pero nos referiremos a un aspecto en concreto. Que un club decida “vestir” a sus monitores no significa que seamos muy buenos o muy guapos, tiene que ver con la relación comercial existente del club con una marca. Un patrocinador viste a monitores para incrementar sus ventas, es una relación comercial y existen numerosos tipos de contratos: contrato de monitor, contrato de jugador contrato de monitor-jugador, etc.

Al ser monitores, las marcas harán por medio del club, un contrato de monitor. Este tipo de contrato consiste en entregar anualmente o semestralmente material deportivo para el desarrollo de nuestra actividad. Algunas marcas aportan una pala pedida exclusivamente por el monitor y otras dan una pala al azar. Esto dependerá de cada marca. Si bien es cierto que un monitor debe vestir adecuadamente para su trabajo, serán las relaciones de marketing de los clubes los que tengan la última instancia. En mi opinión, el que un club vista a sus trabajadores debe ser una condición necesaria, pues lo mismo ocurre con cualquier fabrica que aporta el material necesario para que sus trabajadores ejerzan su función.

En resumen, comenzar a dar clases no es algo tan sencillo. Para ser mejores entrenadores es necesario

  • una constante renovación de nuestros conocimientos,
  • tener don de gentes,
  • tener paciencia,
  • tener buena cara para según qué situaciones.

Ser entrenador no es tirar cuatro pelotas, decir “muy bien”, jugar un partidito al final de clase y cobrar a fin de mes. Ojalá fuera tan sencillo, pero… ¿si fuera tan sencillo por qué no hay tantos monitores de pádel dedicados profesionalmente a este sector? Es decir, ¿por qué pocos tienen una dedicación exclusiva al pádel para vivir de dar clases? Probablemente porque es un trabajo exigente mental y físicamente, que requiere una gran dedicación, donde desconectar es muy difícil si trabajamos con whatsapp, redes sociales, etc.

Muchas veces nuestro horario de clases no acabará cuando terminemos la última clase, sino cuando terminemos las charlas en los pasillos del club, etc. Hacer de nuestra pasión nuestra profesión es difícil, pero cautivador cuando tenemos unos años de experiencia a nuestras espaldas y queremos vivir del pádel.

A favor del trabajo hay que decir que:

  • no es un trabajo sumamente estresante,
  • nos ayuda a mantenernos físicamente en forma
  • y ayudaremos a las personas que nos rodean a tener un hábito saludable.

Con el tiempo, veremos que sí es posible vivir del pádel.

En futuras entradas hablaremos sobre cómo generar valor añadido a nuestro trabajo, a cómo escalar en la jerarquía de cada club, cómo añadir servicios extras, etc.

Ari.

Dejar respuesta