El buen rendimiento de un deportista de élite no sólo se ve mediado por el entrenamiento sino también, por su estado de ánimo. Por ello, una alta autoestima que está marcada por el pensamiento positivo, refleja la predisposición adecuada de quien sabe que tiene fuerza para derribar al rival con un juego limpio y con un espíritu deportivo.
Las claves de una autoestima alta
1. En cada partido, haz borrón y cuenta nueva, pasa página. No te quedes estancado en una derrota anterior, NO la recuerdes. Por el contrario, centra tu atención en el sabor dulce de una victoria que te llenó de triunfo.
2. Pide a personas que te quieren y que te valoran que vayan a verte jugar ese partido. La presencia de personas importantes para ti, te da fuerza, simplemente, porque el cariño también alimenta tu autoestima.
3. No te compares con el rival, no pierdas tu tiempo en eso porque nadie puede medir desde fuera, el talento de dos personas. La envidia te roba esa energía que necesitas para jugar. Por tanto, céntrate en ti, en hacer un buen juego y en donde poder disfrutar de ese partido.
4. Observa tu evolución. Es importante que a lo largo de tu carrera deportiva ya sea como profesional o como aficionado, seas consciente de cuál es tu progreso: ¿En qué eres mejor hoy que hace cinco años?
5. Repite muchas veces a lo largo del día el mensaje: “Yo puedo”.
Relativiza las derrotas
Es importante que aprendas a relativizar no solo las derrotas sino también las victorias. No des un valor absoluto a méritos puntuales y concretos. Pero especialmente, no te hundas, en el inicio de un partido que tienes en contra, porque en ese caso, tú mismo te estás dando por vencido.
Sigue luchando como lo hacen los grandes campeones que convierten las dificultades en una oportunidad de superación personal. Cuida tu autoestima, quiérete.
