Como Aficionar a los Niños a Jugar al PadelEs un hecho bastante conocido que los deportes influyen de forma positiva en el organismo, mientras que el sedentarismo tiene consecuencias nefastas en el cuerpo, las cuales pueden acarrear graves problemas de salud.

Estudios recientes han demostrado que, a pesar de ser normal que con el pasar de los años la actividad física disminuya, cada vez son más los niños y adolescentes que padecen de sedentarismo, lo cual no sólo les acarrea consecuencias de salud y sobrepeso en esa etapa, sino que arrastrarán con ello en su vida adulta.

¿Es bueno para un niño jugar al pádel?

La respuesta es clara y concisa, y a pesar de que puedan existir ciertos matices si rebuscamos alguna situación concreta, la respuesta es… SÍ.

La práctica regular de un deporte puede traer grandes beneficios en los niños, ya que les ayuda a crecer de forma sana, fuertes y disminuirá los riesgos de sufrir enfermedades durante su vida adulta (como la osteoporosis, obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y asma, entre otras), e incluso, crear en lo más pequeños un hábito deportivo puede ayudarlos a superar varios obstáculos personales durante la adolescencia.

Debemos tener claro que el pádel en particular, y el deporte en general es una fábrica de valores que nos va formando como personas.

Es por ello, que aficionar a nuestros hijos a un deporte como el pádel siempre será positivo tanto para su niñez como en un futuro.

Lograr que un niño siga practicando deporte

Es importante, en primer lugar, que los niños se sientan cómodos en el deporte, particularmente porque el pádel es un deporte que se practica en equipo, no de forma individual, por lo que deben aprender a manejar la tolerancia y aumentar el desempeño en grupo.

Y no sólo el pádel ayuda a mejorar estas partes de la personalidad de los más pequeños, sino que los ayudará en el desarrollo físico y mental, siempre bajo la premisa de que sólo es un juego, sin incentivar partes negativas de la personalidad como puede ser la competitividad, no de forma sana, sino de forma obsesiva.

Por ello los padres, de forma particular, no deben presionarlos ni reprocharles nada para que cumplan sus sueños juveniles de gloria frustrados, ya que acabaran en una respuesta negativa por parte del niño, y esto evitará que reciba todos los beneficios que puede obtener mediante la práctica del pádel, qué después de todo, es un gran deporte.

Es vital que el niño comience a practicar el pádel como un juego, y poco a poco él mismo será el que quiera progresar  entrando en otras etapas de entrenamiento, o quizás, decidirse por practicar otros deportes o aficiones. Por lo que la respuesta a la pregunta del título a este artículo sería algo así cómo…

Tan sólo “preséntale este deporte a un niño” él mismo será el que elija sus propias aficiones.

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